21 Y por segunda vez todos se postraban para recibir la bendición del
Altísimo.
22 Y ahora bendecid al Dios del universo, el que por todas partes
hace grandes cosas, el que exaltó nuestros días desde el seno materno, y que
nos trata según su misericordia.
23 Que nos dé contento de corazón, y que haya paz en nuestros días
en Israel por los siglos de los siglos.
24 Que su misericordia sea fiel con nosotros y en nuestros días nos
rescate.
25 Hay dos naciones que mi alma detesta, y la tercera ni siquiera es
nación:
26 los habitantes de la montaña de Seír, los filisteos y el pueblo necio
que mora en Siquem.
27 Instrucción de inteligencia y ciencia ha grabado en este libro
Jesús, hijo de Sirá, Eleazar, de Jerusalén, que vertió de su corazón sabiduría
a raudales.
28 Feliz quien repase esto a menudo; el que lo ponga en su corazón se
hará sabio.