...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 52, 13-22
13 Siendo joven aún, antes de ir por el mundo, me di a buscar
abiertamente la sabiduría en mi oración,
14 a la puerta delante del templo la pedí, y hasta mi último día
la
andaré buscando.
15 En su flor, como en racimo que madura, se recreó mi corazón. Mi
pie avanzó en derechura, desde mi juventud he seguido sus huellas.
16 Incliné un poco mi oído y la recibí, y me encontré una gran
enseñanza.
17 Gracias a ella he hecho progesos, a quien me dio sabiduría daré
gloria.
18 Pues decidí ponerla en práctica, tuve celo por el bien y no quedaré
confundido.
19 Mi alma ha luchado por ella, a la práctica de la ley he estado
atento, he tendido mis manos a la altura y he llorado mi ignorancia de ella.
20 Hacia ella endurecé mi alma, y en la pureza la he encontrado.
Logré con ella un corazón desde el principio, por eso no
quedaré
abandonado.
21 Mis entrañas se conmovieron por buscarla, por eso he logrado una
buena adquisición.
22 Me dio el Señor una lengua en recompensa, y con ella le alabaré.