...la Biblia de Jerusalén
Eclesiástico 52, 24-27
24 ¿Por qué habéis de decir que estáis privados de ella, cuando
vuestras almas tienen tanta sed?
25 He abierto mi boca y he hablado: Adquiridla sin dinero;
26 someted al yugo vuestro cuello, que vuestra alma reciba la
instrucción: está ahí a vuestro alcance.
27 Ved con vuestros ojos lo poco que he penado y el mucho descanso
que he encontrado para mí.