15 Con el osado no te pongas en camino, para que no te agote, pues él
procederá a su antojo, y por su locura te perderás con él.
16 Con el colérico no entres en pelea, ni te adentres con él en el
desierto, porque a sus ojos nada es la sangre, y donde no haya
quien te
auxilie se echará sobre ti.
17 No le pidas consejo al insensato, pues no podrá mantenerlo en
silencio.