12 estabais a la sazón lejos de Cristo, excluidos de la ciudadanía de
Israel y extraños a las alianzas de la Promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo.
13 Mas ahora, en Cristo Jesús, vosotros, los que en otro tiempo
estabais lejos, habéis llegado a estar cerca por la sangre de Cristo.
14 Porque él es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno,
derribando el muro que los separaba, la enemistad,
15 anulando en su carne la Ley de los mandamientos con sus
preceptos, para crear en sí mismo, de los dos, un solo Hombre
Nuevo,
haciendo la paz,
16 y reconciliar con Dios a ambos en un solo Cuerpo, por medio de la
cruz, dando en sí mismo muerte a la Enemistad.