14 Se presentaba por la tarde y a la mañana siguiente volvía al
otro
harén, bajo la vigilancia de Saasgaz, el eunuco del rey encargado de
las
concubinas; no se presentaba más ante el rey, a no ser que el rey deseara y
la llamara expresamente.
15 Cuando a Ester, hija de Abijayil, tío de Mardoqueo, que la había
adoptado por hija, le llegó el turno de presentarse al rey, no pidió sino lo
que le indicó Hegué, el eunuco del rey encargado de las mujeres. Ester se
ganaba el favor de cuantos la veían.
16 Ester fue presentada al rey Asuero, en el palacio real, el mes
décimo, que es el mes de Tébet, en el año séptimo de su reinado,
17 y el rey amó a Ester más que la otras mujeres; halló ella, en
presencia del rey, más gracia y favor que ninguna otra virgen y el
rey
colocó la diadema real sobre la cabeza de Ester y la declaró reina, en lugar
de Vastí.
18 Ofreció el rey un gran banquete a todos sus jefes y servidores, el
banquete de Ester; concedió un día de descanso a todas las
provincias y
repartió presentes con real magnificencia.
19 Cuando Ester pasó, como las otras jóvenes, al segundo harén,
20 no reveló ni su origen ni su pueblo, tal como se lo había ordenado
Mardoqueo; pues Ester seguía cumpliendo las órdenes de Mardoqueo
como cuando vivía bajo su tutela.