9 Si el rey juzga conveniente publicar un decreto para exterminarlos,
yo haré que se entreguen 10.000 talentos de plata a los intendentes, para
que los ingresen en la cámara del tesoro.»
10 El rey sacó el anillo de su dedo, se lo entregó a Amán, hijo
de
Hamdatá, de Agag, enemigo de los judíos,
11 y dijo el rey a Amán: «La plata, te la regalo; y te regalo también
ese pueblo para que hagas lo que te parezca.»
12 El día trece del primer mes fueron convocados los secretarios del
rey para escribir, según lo ordenado por Amán, a los sátrapas del rey, a los
inspectores de cada provincia y a los jefes de todos los pueblos, a
cada
provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua; se escribió
en nombre del rey Asuero, se selló con el anillo del rey,
13 y se enviaron las cartas, por medio de los correos, a todas las
provincias del rey, para exterminar, matar y aniquilar a todos los
judíos,
jóvenes y ancianos, niños y mujeres, y para saquear sus bienes, en
el
espacio de un solo día, el trece del mes doce, que es el mes de Adar.
14 El texto de este escrito debía ser promulgado como ley en todas las
provincias, y fue puesto en conocimiento de todos los pueblos a fin de que
estuviesen preparados para aquel día.
15 Por orden del rey, partieron los correos apresuradamente. El
decreto fue publicado también en la ciudadela de Susa. Mientras el
rey y
Amán banqueteaban, en Susa reinaba la consternación.