4 Pues yo y mi pueblo hemos sido vendidos, para ser exterminados,
muertos y aniquilados. Si hubiéramos sido vendidos para
esclavos y
esclavas, aún hubiera callado; mas ahora, el enemigo no podrá compensar al
rey por tal pérdida.»
5 Preguntó el rey Asuero a la reina Ester: «¿Quién es, y dónde está el
hombre que ha pensado en su corazón ejecutar semejante cosa?»