17 Ocurrió esto el día trece del mes de Adar y el día catorce
descansaron, convirtiéndolo en un día de alegres festines.
18 Cuanto a los judíos de Susa, que se habían reunido los días trece y
catorce, descansaron el día quince, convirtiéndolo en un día de
alegres
festines.
19 Por eso, los judíos diseminados en las ciudades no fortificadas
celebran el día catorce del mes de Adar con alegres festines, como día de
fiesta, y se envían recíprocos regalos,
20 Mardoqueo consignó por escrito todas estas cosas y envió cartas a
los judíos de todas las provincias del rey Asuero tanto lejanos como
próximos,
21 ordenándoles que celebraran todos los años el día catorce y el día
quince del mes de Adar,
22 porque en tales días obtuvieron los judíos paz contra sus enemigos,
y en este mes la aflicción se trocó en alegría y el llanto en festividad; que
los convirtieran en días de alegres festines y mutuos
regalos, y de
donaciones a los pobres.
23 Los judíos adoptaron esta costumbre, que ya habían comenzado a
observar y acerca de la cual les escribió Mardoqueo:
24 «Amán, hijo de Hamdatá, de Agag, enemigo de todos los judíos,
había proyectado exterminar a los judíos y echó el “Pur”, es decir, la suerte,
para su ruina y exterminio.
25 Pero cuando se presentó al rey, para hacer ahorcar a Mardoqueo, su
proyecto se volvió contra él, y los males que había meditado contra
los
judíos cayeron sobre su cabeza, siendo ahorcados él y sus hijos.
26 Por esta razón, estos días son llamados “Purim”, de la palabra
“Pur”.» Asimismo, por todo la relatado en esta carta por lo que
ellos
mismos vieron y por lo que se les contó,
27 hicieron los judíos de estos días una institución irrevocable para sí,
para sus descendientes y para todos los que se pasaron a ellos, conforme a
este escrito y esta fecha, de año en año.
28 Así, estos días de los Purim, conmemorados y celebrados de
generación en generación, en todas las familias, en todas las provincias y
en todas las ciudades, no desaparecerán de entre los judíos, y su recuerdo no
se perderá entre sus descendientes.
29 La reina Ester, hija de Abijayil, y el judío Mardoqueo, escribieron,
con toda su autoridad, para dar fuerza de ley a esta segunda carta
de los
Purim,
30 y se enviaron cartas a todos los judíos de las 127 provincias del rey
Asuero, con palabras de paz y fidelidad,
31 para ratificar en su fecha estos días de los Purim, tal como había
sido ordenado por el judío Mardoqueo y la reina Ester, y tal como
lo
habían establecido para sí mismos y para sus descendientes, añadiendo
lo
tocante a los ayunos y lamentaciones.
32 La orden de Ester fijó la institución de estos Purim, siendo
consignada en el libro.