23 y bajo la bóveda sus alas estaban rectas, una paralela a la otra; cada
uno tenía dos que le cubrían el cuerpo.
24 Y oí el ruido de sus alas, como un ruido de muchas aguas, como la
voz de Sadday; cuando marchaban, era un ruido atronador, como ruido de
batalla; cuando se paraban, replegaban sus alas.