2 Hijo de hombre, tú vives en medio de la casa de rebeldía: tienen ojos
para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, porque son una casa
de
rebeldía.
3 Ahora, pues, hijo de hombre, prepárate un equipo de deportado y sal
deportado en pleno día, a sus propios ojos. Saldrás del lugar en
que te
encuentras hacia otro lugar, ante sus ojos. Acaso vean que son una casa de
rebeldía.
4 Arreglarás tu equipo como un equipo de deportado, de día, ante sus
ojos. Y saldrás por la tarde, ante sus ojos, como salen los deportados.
5 Haz a vista de ellos un agujero en la pared, por donde saldrás.
6 A sus ojos, cargarás con tu equipaje a la espalda y saldrás en
la
oscuridad; te cubrirás el rostro para no ver la tierra, porque yo he hecho de
ti un símbolo para la casa de Israel.
7 Yo hice como se me había ordenado; preparé de día mi equipo,
como un equipo de deportado, y por la tarde hice un agujero en la pared
con la mano. Y salí en la oscuridad, cargando con el equipaje a mis
espaldas, ante sus ojos.
8 Por la mañana la palabra de Yahveh me fue dirigida en estos
términos: