27 Entonces yo levanté mi mano contra ti. Disminuí tu ración y te
entregué a la animosidad de tus enemigas, las hijas de los filisteos, que se
avergonzaban de la infamia de tu conducta.
28 Y no harta todavía, te prostituiste a los asirios; te
prostituiste sin
hartarte tampoco.