32 La mujer adúltera, en lugar de su marido, toma ajenos.
33 A toda prostituta se le da un regalo. Tú, en cambio, dabas regalos a
todos tus amantes, y los atraías con mercedes para que vinieron a ti de los
alrededores y se prestasen a tus prostituciones.
34 Contigo ha pasado en tus prostituciones al revés que con las otras
mujeres; nadie andaba solicitando detrás de ti; eras tú la que pagabas, y no
se te pagaba: ¡ha sido al revés!
35 Pues bien, prostituta, escucha la palabra de Yahveh.
36 Así dice el Señor Yahveh: Por haber prodigado tu bronce y
descubierto tu desnudez en tus prostituciones con tus amantes y con todas
tus abominables basuras, por la sangre de tus hijos que les has dado,
37 por esto he aquí que yo voy a reunir a todos los amantes a quienes
complaciste, a todos los que amaste y también a los que aborreciste; los voy
a congregar de todas partes contra ti, y descubriré tu desnudez delante de
ellos, para que vean toda tu desnudez.
38 Voy a aplicarte el castigo de las mujeres adúlteras y de las que
derraman sangre: te entregaré al furor y a los celos,
39 te entregaré en sus manos, ellos arrasarán tu prostíbulo
y
demolerán tus alturas, te despojarán de tus vestidos, te arrancarán tus joyas
y te dejarán completamente desnuda.
40 Luego, incitarán a la multitud contra ti, te lapidarán, te acribillarán
con sus espadas,
41 prenderán fuego a tus casas y harán justicia de ti, a la vista de una
multitud de mujeres; yo pondré fin a tus prostituciones, y no volverás a dar
salario de prostituta.
42 Desahogaré mi furor en ti; luego mis celos se retirarán de ti,
me
apaciguaré y no me airaré más.