4 arrancó la punta más alta de sus ramas, la llevó a un país de
mercaderes y la colocó en una ciudad de comerciantes.
5 Luego, tomó de la semilla de la tierra y la puso en un campo de
siembra; junto a una corriente de agua abundante la colocó como un sauce.
6 Y brotó y se hizo una vid desbordante, de pequeña talla, que volvió
sus ramas hacia el águila, mientras sus raíces estaban bajo ella. Se hizo una
vid, echó cepas y alargó sarmientos.
7 Había otra águila grande, de grandes alas, de abundante plumaje, y
he aquí que esta vid tendió sus raíces hacia ella, hacia ella alargó sus ramas,
para que la regase desde el terreno donde estaba plantada.
8 En campo fértil, junto a una corriente de agua abundante, estaba
plantada, para echar ramaje y dar fruto, para hacerse una vid magnífica.
9 Di: Así dice el Señor Yahveh: ¿Le saldrá bien acaso? ¿No arrancará
sus raíces el águila, no cortará sus frutos, de suerte que se sequen todos los
brotes tiernos que eche, sin que sea menester brazo grande ni pueblo
numeroso para arrancarla de raíz?
10 Vedla ahí plantada, ¿prosperará tal vez? Al soplar el viento del
este, ¿no se secará totalmente? En el terreno en que brotó, se secará.
11 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:
12 Di a esa casa de rebeldía: ¿No sabéis lo que significa esto? Di:
Mirad, el rey de Babilonia vino a Jerusalén; tomó al rey y a los príncipes y
los llevó con él a Babilonia.
13 Escogió luego a uno de estirpe real, concluyó un pacto con él y le
hizo prestar juramento, después de haberse llevado a los grandes del país,
14 a fin de que el reino quedase modesto y sin ambición, para guardar
su alianza y mantenerla.
15 Pero este príncipe se ha rebelado contra él enviando mensajeros a
Egipto en busca de caballos y tropas en gran número. ¿Le saldrá bien? ¿Se
salvará el que ha hecho esto? Ha roto el pacto ¡y va a salvarse!
16 Por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que en el lugar del rey que
le puso en el trono, cuyo juramento despreció y cuyo pacto rompió, allí en
medio de Babilonia morirá.
17 Ni con su gran ejército y sus numerosas tropas le salvará Faraón en
la guerra, cuando se levanten terraplenes y se hagan trincheras para
exterminar muchas vidas humanas.
18 Ha despreciado el juramento, rompiendo el pacto; aun después de
haber dado su mano, ha hecho todo esto: ¡no tendrá remedio!
19 Por eso, así dice el Señor Yahveh: Por mi vida que el juramento
mío que ha despreciado, mi alianza que ha roto, lo haré recaer
sobre su
cabeza.
20 Extenderé mi lazo sobre él y quedará preso en mi red; le llevaré a
Babilonia y allí le pediré cuentas de la infidelidad que ha cometido contra
mí.
21 Lo más selecto, entre todas sus tropas, caerá a espada, y los
que
queden serán dispersados a todos los vientos. Y sabréis que yo, Yahveh, he
hablado.
22 Así dice el Señor Yahveh: También yo tomaré de la copa del alto
cedro, de la punta de sus ramas escogeré un ramo y lo plantaré yo mismo en
una montaña elevada y excelsa:
23 en la alta montaña de Israel lo plantaré. Echará ramaje y producirá
fruto, y se hará un cedro magnífico. Debajo de él habitarán toda
clase de
pájaros, toda clase de aves morarán a la sombra de sus ramas.
24 Y todos los árboles del campo sabrán que yo, Yahveh, humillo al
árbol elevado y elevo al árbol humilde, hago secarse al árbol verde
y
reverdecer al árbol seco. Yo, Yahveh, he hablado y lo haré.