Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Ezequiel 20, 15-26

15 Y, una vez más alcé mi mano hacia ellos en el desierto, jurando
que no les dejaría entrar en la tierra que les había dado, que mana leche y
miel, la más hermosa de todas las tierras.

16 Pues habían despreciado mis normas, no se habían conducido
según mis preceptos y habían profanado mis sábados; porque su corazón se
iba tras sus basuras.

17 Pero tuve una mirada de piedad para no exterminarlos, y no acabé
con ellos en el desierto.

18 Y dije a sus hijos en el desierto: No sigáis las reglas de vuestros
padres, no imitéis sus normas, no os contaminéis con sus basuras.

19 Yo soy Yahveh, vuestro Dios. Seguid mis preceptos, guardad mis
normas y ponedlas en práctica.

20 Santificad mis sábados; que sean una señal entre yo y vosotros,
para que se sepa que yo soy Yahveh, vuestro Dios.

21 Pero los hijos se rebelaron contra mí, no se condujeron según mis
preceptos, no guardaron ni pusieron en práctica mis normas, aquéllas por
las que vive el hombre, si las pone en práctica, y profanaron mis sábados.
Entonces pensé en derramar mi furor sobre ellos y desahogar en ellos mi
cólera, en el desierto.

22 Pero retiré mi mano y tuve consideración a mi nombre,
procediendo de modo que no fuese profanado a los ojos de las naciones, a la
vista de las cuales los había sacado.

23 Pero una vez más alcé mi mano hacia ellos, en el desierto, jurando
dispersarlos entre las naciones y esparcirlos por los países.

24 Porque no habían puesto en práctica mis normas, habían
despreciado mis preceptos y profanado mis sábados, y sus ojos se
habían
ido tras las basuras de sus padres.

25 E incluso llegué a darles preceptos que no eran buenos y normas
con las que no podrían vivir,

26 y los contaminé con sus propias ofrendas, haciendo que pasaran
por el fuego a todo primogénito, a fin de infundirles horror, para
que
supiesen que yo soy Yahveh.