24 Porque no habían puesto en práctica mis normas, habían
despreciado mis preceptos y profanado mis sábados, y sus ojos se
habían
ido tras las basuras de sus padres.
25 E incluso llegué a darles preceptos que no eran buenos y normas
con las que no podrían vivir,
26 y los contaminé con sus propias ofrendas, haciendo que pasaran
por el fuego a todo primogénito, a fin de infundirles horror, para
que
supiesen que yo soy Yahveh.
27 Por eso, hijo de hombre, habla a la casa de Israel. Les dirás: Así
dice el Señor Yahveh: En esto todavía me ultrajaron vuestros padres
siéndome infieles.