40 Porque será en mi santa montaña, en la alta montaña de Israel -
oráculo del Señor Yahveh - donde me servirá toda la casa de Israel, toda
ella en esta tierra. Allí los acogeré amorosamente y allí solicitaré vuestras
ofrendas y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas santas.
41 Como calmante aroma yo os acogeré amorosamente, cuando os
haya hecho salir de entre los pueblos, y os reúna de en medio de los países
en los que habéis sido dispersados; y por vosotros me mostraré santo a los
ojos de las naciones.
42 Sabréis que yo soy Yahveh, cuando os conduzca al suelo de Israel,
a la tierra que, mano en alto, juré dar a vuestros padres.
43 Allí os acordaréis de vuestra conducta y de todas las acciones con
las que os habéis contaminado, y cobraréis asco de vosotros mismos
por
todas las maldades que habéis cometido.
44 Sabréis que yo soy Yahveh, cuando actúe con vosotros por
consideración a mi nombre, y no con arreglo a vuestra mala conducta y a
vuestras corrompidas acciones, casa de Israel, oráculo del Señor Yahveh.