6 Aquel día alcé mi mano hacia ellos jurando sacarlos del país de
Egipto hacia una tierra que había explorado para ellos, que mana leche y
miel, la más hermosa de todas las tierras.
7 Y les dije: Arrojad cada uno los monstruos que seducen vuestros
ojos, no os contaminéis con las basuras de Egipto; yo soy Yahveh, vuestro
Dios.
8 Pero ellos se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme.
Ninguno arrojó los monstruos que seducían sus ojos; ninguno abandonó las
basuras de Egipto. Pensé entonces, derramar mi furor sobre
ellos y
desahogar en ellos mi cólera, en medio del país de Egipto.