Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Ezequiel 22, 16-30

16 por ti misma te verás profanada a los ojos de las naciones, y sabrás
que yo soy Yahveh.

17 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:

18 Hijo de hombre, la casa de Israel se me ha convertido en escoria;
todos son cobre, estaño, hierro, plomo, en medio de un horno; ¡escoria son!
19 Por eso, así dice el Señor Yahveh: Por haberos convertido todos

vosotros en escoria, por eso voy a juntaros en medio de Jerusalén.

20 Como se pone junto plata, cobre, hierro, plomo y estaño en el
horno, y se atiza el fuego por debajo para fundirlo todo, así os juntaré yo en
mi cólera y mi furor; os pondré y os fundiré.


21 Os reuniré, atizaré contra vosotros el fuego de mi furia, y os
fundiré en medio de la ciudad.

22 Como se funde la plata en medio del horno, así seréis fundidos
vosotros en medio de ella, y sabréis que yo, Yahveh, he derramado mi furor
sobre vosotros.

23 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:

24 Hijo de hombre, dile: Eres una tierra que no ha tenido lluvia ni
inundación en el día de la Ira;

25 los príncipes que en ella residen son como un león rugiente que
desgarra su presa. Han devorado a la gente, se han apoderado de haciendas
y joyas, han multiplicado las viudas en medio de ella.

26 Sus sacerdotes han violado mi ley y profanado mis cosas sagradas;
no han hecho diferencia entre lo sagrado y lo profano, ni han enseñado a
distinguir entre lo puro y lo impuro; se han tapado los ojos para no ver mis
sábados, y yo he sido deshonrado en medio de ellos.

27 Sus jefes, en medio de ella, son como lobos que desgarran su presa,
que derraman sangre, matando a las personas para robar sus bienes.

28 Sus profetas los han recubierto de argamasa con sus vanas visiones
y sus presagios mentirosos, diciendo: «Así dice el Señor Yahveh», cuando
Yahveh no había hablado.

29 El pueblo de la tierra ha hecho violencia y cometido pillaje, ha
oprimido al pobre y al indigente, ha maltratado al forastero sin
ningún
derecho.

30 He buscado entre ellos alguno que construyera un muro y se
mantuviera de pie en la brecha ante mí, para proteger la tierra e impedir que
yo la destruyera, y no he encontrado a nadie.