4 Estos eran sus nombres: Oholá, la mayor, y Oholibá, su hermana.
Fueron mías y dieron a luz hijos e hijas. Sus nombres: Oholá es Samaria;
Oholibá, Jerusalén.
5 Oholá se prostituyó cuando me pertenecía a mí; se enamoró
perdidamente de sus amantes, los asirios sus vecinos,
6 vestidos de púrpura, gobernadores y prefectos, todos ellos jóvenes
apuestos y hábiles caballeros.
7 Les otorgó sus favores - eran todos ellos la flor de los asirios - y, con
todos aquellos de los que se había enamorado, se contaminó al contacto de
todas sus basuras.
8 No cejó en sus prostituciones comenzadas en Egipto, donde se
habían acostado con ella en su juventud, acariciando su seno
virginal, y
desahogando con ella su lascivia.
9 Por eso yo la entregué en manos de sus amantes, en manos de los
asirios de los que se había enamorado.
10 Estos descubrieron su desnudez, se llevaron a sus hijos y sus hijas,
y a ella misma la mataron a espada. Vino así a ser ejemplo para las mujeres,
porque se había hecho justicia de ella.