18 Por la multitud de tus culpas por la inmoralidad de tu comercio, has
profanado tus santuarios. Y yo he sacado de ti mismo el fuego que
te ha
devorado; te he reducido a ceniza sobre la tierra, a los ojos de todos los que
te miraban.
19 Todos los pueblos que te conocían están pasmados por ti. Eres un
objeto de espanto, y has desaparecido para siempre.
20 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos: