10 Luego me dijo: «Hijo de hombre, todas las palabras que yo te
dirija, guárdalas en tu corazón y escúchalas atentamente,
11 y luego, anda, ve donde los deportados, donde los hijos de tu
pueblo; les hablarás y les dirás: “Así dice el Señor Yahveh”, escuchen o no
escuchen.»