7 Era hermoso en su grandeza, en su despliegue de ramaje, porque sus
raíces se alargaban hacia aguas abundantes.
8 No le igualaban los demás cedros en el jardín de Dios, los cipreses
no podían competir con su ramaje, los plátanos no tenían ramas como las
suyas. Ningún árbol, en el jardín de Dios, le igualaba en belleza.
9 Yo le había embellecido con follaje abundante, y le envidiaban
todos los árboles de Edén, los del jardín de Dios.
10 Pues bien, así dice el Señor Yahveh: Por haber exagerado su talla,
levantando su copa por entre las nubes, y haberse engreído su corazón de su
altura,
11 yo le he entregado en manos del conductor de las naciones, para
que le trate conforme a su maldad; ¡le he desechado!
12 Extranjeros, los más bárbaros entre las naciones, lo han talado y lo
han abandonado. En los montes y por todos los valles yace su ramaje; sus
ramas están destrozadas por todos los barrancos del país; toda la población
del país se ha retirado de su sombra y lo ha abandonado.