30 En cuanto a ti, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo hablan de ti a
la vera de los muros y a las puertas de las casas. Se dicen unos
a otros:
«Vamos a escuchar qué palabra viene de parte de Yahveh.»
31 Y vienen a ti en masa, y mi pueblo se sienta delante de ti; escuchan
tus palabras, pero no las ponen en práctica. Porque hacen amores con
su
boca, pero su corazón sólo anda buscando su interés.