18 Entonces yo derramé mi furor sobre ellos, por la sangre que habían
vertido en su tierra y por las basuras con las que la habían contaminado.
19 Los dispersé entre las naciones y fueron esparcidos por los países.
Los juzgué según su conducta y sus obras.
20 Y en las naciones donde llegaron, profanaron mi santo nombre,
haciendo que se dijera a propósito de ellos: «Son el pueblo de Yahveh, y
han tenido que salir de su tierra.»
21 Pero yo he tenido consideración a mi santo nombre que la casa de
Israel profanó entre las naciones adonde había ido.
22 Por eso, di a la casa de Israel: Así dice el Señor Yahveh: No hago
esto por consideración a vosotros, casa de Israel, sino por mi santo nombre,
que vosotros habéis profanado entre las naciones adonde fuisteis.
23 Yo santificaré mi gran nombre profanado entre las naciones,
profanado allí por vosotros. Y las naciones sabrán que yo soy Yahveh
-
oráculo del Señor Yahveh - cuando yo, por medio de vosotros, manifieste
mi santidad a la vista de ellos.
24 Os tomaré de entre las naciones, os recogeré de todos los países y
os llevaré a vuestro suelo.
25 Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; de todas vuestras
impurezas y de todas vuestras basuras os purificaré.
26 Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu
nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de
carne.