6 Os cubriré de nervios, haré crecer sobre vosotros la carne, os cubriré
de piel, os infundiré espíritu y viviréis; y sabréis que yo soy Yahveh.»
7 Yo profeticé como se me había ordenado, y mientras yo profetizaba
se produjo un ruido. Hubo un estremecimiento, y los huesos se
juntaron
unos con otros.
8 Miré y vi que estaban recubiertos de nervios, la carne salía y la piel
se extendía por encima, pero no había espíritu en ellos.
9 El me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre. Dirás al
espíritu: Así dice el Señor Yahveh: Ven, espíritu, de los cuatro vientos, y
sopla sobre estos muertos para que vivan.»
10 Yo profeticé como se me había ordenado, y el espíritu entró en
ellos; revivieron y se incorporaron sobre sus pies: era un enorme, inmenso
ejército.
11 Entonces me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa
de Israel. Ellos andan diciendo: Se han secado nuestros huesos, se
ha
desvanecido nuestra esperanza, todo ha acabado para nosotros.