9 De ahora en adelante alejarán de mí sus prostituciones y los
cadáveres de sus reyes, y yo habitaré en medio de ellos para siempre.
10 «Y tú, hijo de hombre, describe este Templo a la casa de Israel,
para que queden avergonzados de sus culpas y tomen nota de su plano.
11 Se avergüenzan de toda su conducta, enséñales la forma del
Templo y su plano, sus salidas y entradas, su forma y
todas sus
disposiciones, toda su forma y todas sus leyes. Pon todo esto por
escrito
ante sus ojos, para que guarden con exactitud todas sus
leyes y
disposiciones, y las pongan en práctica.
12 Este es el fuero del Templo: En la cumbre del monte, todo el
territorio en su ámbito es santísimo. (Tal es el fuero del Templo.)»
13 Y estas son las dimensiones del altar en codos de codo y palmo: su
cavidad, un codo por un codo de ancha. El reborde junto a la ranura, todo
alrededor, un palmo. Y está la altura del altar:
14 desde la cavidad del suelo hasta el zócalo inferior, dos codos por
un codo de ancho; desde el zócalo pequeño hasta el grande, cuatro codos
por un codo de ancho.