4 Luego me llevó por el pórtico septentrional hacia la fachada de la
Casa; miré, y he aquí que la gloria de Yahveh llenaba la Casa de Yahveh, y
caí rostro en tierra.
5 Yahveh me dijo: Hijo de hombre, presta atención, mira bien y
escucha con cuidado lo que te voy a decir acerca de todas las disposiciones
de la Casa de Yahveh y de todas sus leyes. Te fijarás bien en lo que respecta
a la admisión en la Casa y a la exclusión del santuario.