8 En lugar de atender al ministerio de mis cosas santas, habéis
encargado a otros el ejercicio de mi ministerio en mi Santuario, en
lugar
vuestro.
9 Así dice el Señor Yahveh: Ningún extranjero, incircunciso de
corazón y de cuerpo, entrará en mi santuario, ninguno de los extranjeros
que viven en medio de los israelitas.
10 En cuanto a los levitas, que me abandonaron cuando Israel se
descarriaba lejos de mí para ir en pos de sus basuras, soportarán el peso de
sus culpas.
11 Serán en mi Santuario los encargados de la guardia de las puertas
de la Casa y ministros del servicio de la Casa. Ellos inmolarán el holocausto
y el sacrificio por el pueblo, y estarán a su disposición para servirle.
12 Por haberse puesto a su servicio delante de sus basuras y haber sido
para la casa de Israel ocasión de culpa, por eso, yo levanto la mano contra
ellos - oráculo del Señor Yahveh - y soportarán el peso de su culpa.
13 No se acercarán más a mí para ejercer ante mí el sacerdocio ni para
tocar mis cosas santas y las cosas sacratísimas: soportarán el peso
de su
ignominia y de las abominaciones que cometieron.
14 Les encargaré de ejercer el ministerio en la Casa, en lo que atañe a
su servicio y a todo lo que allí se hace.
15 Pero los sacerdotes levitas, hijos de Sadoq, que cumplieron mi
ministerio en el santuario cuando los israelitas se descarriaban lejos de mí,
ellos sí se acercarán a mí para servirme, y estarán en mi presencia
para
ofrecerme la grasa y la sangre, oráculo del Señor Yahveh.
16 Ellos entrarán en mi Santuario y se acercarán a mi mesa para
servirme; ellos cumplirán mi ministerio.
17 Cuando entren por los pórticos del atrio interior, llevarán hábitos
de lino; no irán vestidos de lana cuando oficien en los pórticos
del atrio
interior, y en la Casa.
18 Llevarán en la cabeza turbantes de lino, y fajas de lino a los
riñones; no se ceñirán nada que transpire el sudor.
19 Cuando salgan al atrio exterior, donde el pueblo, se quitarán las
vestiduras con que hayan oficiado, las dejarán en las salas del Santo, y se
pondrán otras ropas, con el fin de no santificar al pueblo con sus vestiduras.
20 No se raparán la cabeza, ni dejarán crecer libremente su cabellera,
sino que se cortarán cuidadosamente el pelo.
21 Ningún sacerdote beberá vino el día que tenga que entrar en el atrio
interior.
22 No tomarán por esposa ni una viuda ni una mujer repudiada, sino
una virgen de la raza de Israel; una viuda sólo en el caso de que sea viuda
de un sacerdote.
23 Enseñarán a mi pueblo a distinguir lo sagrado de lo profano y le
harán saber la diferencia entre lo puro y lo impuro.
24 En los pleitos serán ellos los jueces; juzgarán conforme a mi
derecho; observarán en todas mis fiestas mis leyes y
preceptos, y
santificarán mis sábados.
25 No se acercarán a un muerto, para no contaminarse, pero por un
padre, una madre, un hijo, una hija, un hermano, o una hermana no casada
podrán contaminarse.
26 Después de haberse purificado, se contará una semana,
27 y luego, el día en que entre en el Santo, en el atrio interior
para
oficiar en el Santo, ofrecerá su sacrificio por el pecado, oráculo del Señor
Yahveh.
28 No tendrán heredad alguna: yo seré su heredad. No les daréis
propiedad en Israel: yo seré su propiedad particular.
29 Ellos comerán la oblación, el sacrificio por el pecado y el sacrificio
de expiación. Todo lo que sea consagrado al anatema en Israel será
para
ellos.
30 Lo mejor de todas vuestras primicias y de toda clase de ofrendas
reservadas que ofrezcáis, será para los sacerdotes; y lo mejor de
vuestras
moliendas, se lo daréis a los sacerdotes, para que la bendición repose sobre
vuestra casa.