9 Así dice el Señor Yahveh: Ningún extranjero, incircunciso de
corazón y de cuerpo, entrará en mi santuario, ninguno de los extranjeros
que viven en medio de los israelitas.
10 En cuanto a los levitas, que me abandonaron cuando Israel se
descarriaba lejos de mí para ir en pos de sus basuras, soportarán el peso de
sus culpas.
11 Serán en mi Santuario los encargados de la guardia de las puertas
de la Casa y ministros del servicio de la Casa. Ellos inmolarán el holocausto
y el sacrificio por el pueblo, y estarán a su disposición para servirle.