11 Pero sus marismas y sus lagunas no serán saneadas, serán
abandonadas a la sal.
12 A orillas del torrente, a una y otra margen, crecerán toda clase de
árboles frutales cuyo follaje no se marchitará y cuyos frutos no se agotarán:
producirán todos los meses frutos nuevos, porque esta agua viene del
santuario. Sus frutos servirán de alimento, y sus hojas de medicina.»
13 Así dice el Señor Yahveh: Esta es la frontera de la tierra que
os
repartiréis entre las doce tribus de Israel, dando a José dos partes.
14 Recibiréis cada uno por igual vuestra parte, porque yo juré, mano
en alto, dársela a vuestros padres, y esta tierra os pertenecerá en heredad.
15 Esta es la frontera de la tierra: lado septentrional: desde el
mar
Grande, el camino de Jetlón hasta la Entrada de Jamat, Sedad,
16 Berotá, Sibráyim, que está entre el territorio de Damasco y el de
Jamar, Jaser Hattikón hacia el territorio del Jaurán;
17 la frontera correrá desde el mar hasta Jasar Enán, quedando al norte
el territorio de Damasco, así como el territorio de Jamat. Este, el
lado
septentrional.
18 Lado oriental: entre el Jaurán y Damasco, entre Galaad y la tierra
de Israel, el Jordán servirá de frontera hacia el mar oriental, hasta Tamar:
Este, el lado oriental.
19 Lado meridional, al sur: desde Tamar hasta las aguas de Meribá de
Cadés, hacia el torrente, hasta el mar Grande. Este, el lado meridional, al
sur.
20 Lado occidental: el mar Grande será la frontera hasta enfrente de la
Entrada de Jamat. Este, el lado occidental.
21 Os repartiréis esta tierra, según las tribus de Israel.
22 Os la repartiréis como heredad para vosotros y para los forasteros
que residan con vosotros y que hayan engendrado hijos entre
vosotros,
porque los consideraréis como al israelita nativo. Con vosotros participarán
en la suerte de la heredad, en medio de las tribus de Israel.
23 En la tribu donde resida el forastero, allí le daréis su heredad,
oráculo del Señor Yahveh.