8 Me dijo: «Esta agua sale hacia la región oriental, baja a la
Arabá,
desemboca en el mar, en el agua hedionda, y el agua queda saneada.
9 Por dondequiera que pase el torrente, todo ser viviente que en él se
mueva vivirá. Los peces serán muy abundantes, porque allí donde penetra
esta agua lo sanea todo, y la vida prospera en todas partes adonde llega el
torrente.