15 Está la espada afuera, la peste y el hambre dentro. El que se
encuentre en el campo morirá a espada, y al que esté en la ciudad,
el
hambre y la peste lo devorarán.
16 Sus supervivientes escaparán, andarán por los montes, como las
palomas de los valles, todos ellos gimiendo, cada uno por sus culpas.
17 Todas las manos desmayarán, todas las rodillas se irán en agua.
18 Se ceñirán ellos de sayal, un escalofrío los invadirá. En todos los
rostros la vergüenza, todas las cabezas rasuradas.
19 Arrojarán su plata por las calles y su oro se convertirá en
inmundicia; ni su plata, ni su oro les podrán salvar el día del
enojo de
Yahveh. No se saciarán más, no llenarán más su vientre, porque ello era la
ocasión de su culpa.
20 De la hermosura de sus joyas hicieron el objeto de su orgullo: con
ellas fabricaron las imágenes de sus monstruos abominables; por eso yo se
lo convertiré en inmundicia.