7 Te llega el turno, habitante del país. Llega el tiempo, está cercano el
día, consternación, que no ya ¡hurra!, en los montes.
8 Ahora voy a derramar sin tregua mi furor sobre ti y a desahogar mi
cólera en ti; voy a juzgarte según tu conducta y a pedirte cuentas de todas
tus abominaciones.
9 No tendré una mirada de piedad, no perdonaré; te pediré cuentas de
tu conducta; tus abominaciones aparecerán en medio de ti, y sabréis que yo
soy Yahveh, el que hiere.