17 Y me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre? ¿Aún no le bastan a la
casa de Judá las abominaciones que cometen aquí, para que llenen también
la tierra de violencia y vuelvan a irritarme? Mira cómo se llevan el ramo a
la nariz.
18 Pues yo también he de obrar con furor; no tendré una mirada de
piedad, no perdonaré. Con voz fuerte gritarán a mis oídos, pero yo no les
escucharé.