4 Y he aquí que la gloria del Dios de Israel estaba allí; tenía el aspecto
de lo que yo había visto en la vega.
5 El me dijo: «Hijo de hombre, levanta tus ojos hacia el norte.»
Levanté mis ojos hacia el norte y vi que al norte del pórtico del altar estaba
este ídolo de los celos, a la entrada.