2 Y en esto vinieron, de la dirección del pórtico superior que mira al
norte, seis hombres, cada cual con su azote en la mano. En medio de ellos
había un hombre vestido de lino con una cartera de escriba a la
cintura.
Entraron y se detuvieron ante al altar de bronce.
3 La gloria del Dios de Israel se levantó de sobre los querubines sobre
los cuales estaba, hacia el umbral de la Casa. Llamó entonces al hombre
vestido de lino que tenía la cartera de escriba a la cintura;
4 y Yahveh le dijo: «Pasa por la ciudad, por Jerusalén, y marca una
cruz en la frente de los hombres que gimen y lloran por todas
las
abominaciones que se cometen en medio de ella.»