27 Lo que importa es que vosotros llevéis una vida digna
del
Evangelio de Cristo, para que tanto si voy a veros como si estoy ausente,
oiga de vosotros que os mantenéis firmes en un mismo espíritu y
lucháis
acordes por la fe del Evangelio,
28 sin dejaros intimidar en nada por los adversarios, lo cual es
para
ellos señal de perdición, y para vosotros de salvación. Todo esto viene de
Dios.
29 Pues a vosotros se os ha concedido la gracia de que por Cristo... no
sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,
30 sosteniendo el mismo combate en que antes me visteis y en el que
ahora sabéis que me encuentro.