15 Y sabéis también vosotros, filipenses, que en el comienzo de la
evangelización, cuando salí de Macedonia, ninguna Iglesia me abrió
cuentas de «haber y debe», sino vosotros solos.
16 Pues incluso cuando estaba yo en Tesalónica enviasteis por dos
veces con que atender a mi necesidad.
17 No es que yo busque el don; sino que busco que aumenten los
intereses en vuestra cuenta.
18 Tengo cuanto necesito, y me sobra; nado en la abundancia después
de haber recibido de Epafrodito lo que me habéis enviado, = suave aroma
=, sacrificio que Dios acepta con agrado.
19 Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades
con
magnificencia, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús.
20 Y a Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los
siglos.
Amén.
21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Os saludan los
hermanos que están conmigo.