18 y para dominar en el día y en la noche, y para apartar la luz de la
oscuridad; y vio Dios que estaba bien.
19 Y atardeció y amaneció: día cuarto.
20 Dijo Dios: «Bullan las aguas de animales vivientes, y
aves
revoloteen sobre la tierra contra el firmamento celeste.»
21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente,
los que serpean, de los que bullen las aguas por sus especies, y
todas las
aves aladas por sus especies; y vio Dios que estaba bien;
22 y bendíjolos Dios diciendo: «sed fecundos y multiplicaos, y
henchid las aguas en los mares, y las aves crezcan en la tierra.»
23 Y atardeció y amaneció: día quinto.
24 Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes de cada especie:
bestias, sierpes y alimañas terrestres de cada especie.» Y así fue.