12 Los hombres dijeron a Lot: «¿A quién más tienes aquí? Saca de
este lugar a tus hijos e hijas y a quienquiera que tengas en la ciudad,
13 porque vamos a destruir este lugar, que es grande el clamor de ellos
en la presencia de Yahveh, y Yahveh nos ha enviado a destruirlos.»
14 Salió Lot y habló con sus yernos, los prometidos de sus hijas:
«Levantaos, dijo, salid de este lugar, porque Yahveh va a destruir la
ciudad.» Pero sus yernos le tomaron a broma.
15 Al rayar el alba, los ángeles apremiaron a Lot diciendo:
«Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que se encuentran
aquí, no
vayas a ser barrido por la culpa de la ciudad.»
16 Y como él remoloneaba, los hombres le asieron de la mano lo
mismo que a su mujer y a sus dos hijas por compasión de Yahveh hacia él,
y sacándole le dejaron fuera de la ciudad.
17 Mientras los sacaban afuera, dijo uno: «¡Escápate, por vida tuya!
No mires atrás ni te pares en toda la redonda. Escapa al monte, no vayas a
ser barrido.»
18 Lot les dijo: «No, por favor, Señor mío.
19 Ya que este servidor tuyo te ha caído en gracia, y me has hecho el
gran favor de dejarme con vida, mira que no puedo escaparme al monte sin
riesgo de que me alcance el daño y la muerte.
20 Ahí cerquita está esa ciudad a donde huir. Es una pequeñez. ¡Ea,
voy a escaparme allá - ¿verdad que es una pequeñez? - y quedaré con
vida!»
21 Díjole: «Bien, te concedo también eso de no arrasar la ciudad que
has dicho.
22 Listo, escápate allá, porque no puedo hacer nada hasta que no
entres allí.» Por eso se llamó aquella ciudad Soar.