5 ¿No me dijo él a mí: “Es mi hermana”, y ella misma dijo: “Es mi
hermano?” Con corazón íntegro y con manos limpias he procedido.»
6 Y le dijo Dios en el sueño: «Ya sé yo también que con corazón
íntegro has procedido, como que yo mismo te he estorbado de faltar contra
mí. Por eso no te he dejado tocarla.