35 Yahveh ha bendecido con largueza a mi señor, que se ha hecho
rico, pues le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y
esclavas,
camellos y asnos.
36 Y Sara, la mujer de mi señor, envejecida ya, dio a luz un hijo a mi
señor, que le ha cedido todo cuanto posee.
37 En cuanto a mí, mi señor me ha tomado juramento, diciendo: “No
tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos en cuyo país
resido.
38 ¡Como no vayas a casa de mi padre y a mi parentela a tomar mujer
para mi hijo...!”
39 Yo dije a mi señor: “¿Y si acaso no me sigue la mujer?”
40 Y él me dijo: “Yahveh, en cuya presencia he andado, enviará su
Ángel contigo, y dará éxito a tu viaje, y así tomarás mujer para mi hijo de
mi parentela y de la casa de mi padre.
41 Entonces quedarás libre de mi maldición, cuando llegues a mi
parentela; y si no te la dieren también quedarás libre de mi maldición.»
42 Pues bien: llego hoy a la fuente y me digo: “Yahveh, Dios de mi
señor Abraham, si en efecto das éxito a este mi viaje,
43 aquí me quedo parado junto a la fuente. La doncella que salga a
sacar agua, y yo le diga: Dame de beber un poco de agua de tu cántaro
44 y ella me responda: Bebe tú, y voy a sacar también para tus
camellos, ésa será la mujer que Yahveh tiene destinada para el hijo de mi
señor.”