5 en pago de que Abraham me obedeció y guardó mis observancias,
mis mandamientos, mis preceptos y mis instrucciones.»
6 Establecióse, pues, Isaac en Guerar.
7 Los del lugar le preguntaban por su mujer, y él decía: «Es mi
hermana.» En efecto, le daba reparo decir: «Es mi mujer», no fuesen
a
matarle los del lugar por causa de Rebeca, ya que ella era de buen ver.
8 Ya llevaba largo tiempo allí, cuando aconteció que Abimélek, rey de
los filisteos, atisbando por una ventana, observó que Isaac
estaba
solazándose con su mujer Rebeca.