...la Biblia de Jerusalén
Génesis 27, 2-12
2 «Mira, dijo, me he hecho viejo e ignoro el día de mi muerte.
3 Así pues, toma tus saetas, tu aljaba y tu arco, sal al campo y
me
cazas alguna pieza.
4 Luego me haces un guiso suculento, como a mí me gusta, y me lo
traes para que lo coma, a fin de que mi alma te bendiga antes
que me
muera.»
5 - Ahora bien, Rebeca estaba escuchando la conversación de Isaac
con su hijo Esaú. - Esaú se fue al campo a cazar alguna pieza para el padre,
6 y entonces Rebeca dijo a su hijo Jacob: «Acabo de oír a tu padre que
hablaba con tu hermano Esaú diciendo:
7 Tráeme caza, y hazme un guiso suculento para que yo lo coma y te
bendiga delante de Yahveh antes de morirme.
8 Pues bien, hijo mío, hazme caso en lo que voy a recomendarte.
9 Ve al rebaño y tráeme de allí dos cabritos hermosos. Yo haré con
ellos un guiso suculento para tu padre como a él le gusta,
10 y tú se lo presentas a tu padre, que lo comerá, para que te bendiga
antes de su muerte.»
11 Jacob dijo a su madre Rebeca: ¡Pero si mi hermano Esaú es
velludo, y yo soy lampiño!
12 ¡A ver si me palpa mi padre, y le parece que estoy mofándome de
él! ¡Entonces me habré buscado una maldición en vez de una bendición!»