Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Génesis 31, 28-32

28 Ni siquiera me has permitido besar a mis hijos e hijas. O sea, que
has obrado como un necio.

29 Hay poder en mi mano para hacerte mal: pero el Dios de tu padre
me dijo ayer noche: “Guárdate de hablar a Jacob absolutamente nada,
ni
bueno ni malo.”

30 Así pues, tú te has marchado porque añorabas la casa paterna, pero

¿por qué robaste mis dioses?»

31 Respondió Jacob a Labán: «Es que tuve miedo, pensando que
acaso ibas a quitarme a tus hijas.

32 Pero eso sí, que aquel a quien le encuentres tus dioses no quede con
vida. Delante de nuestros hermanos reconoce lo tuyo que yo tenga y
tómatelo.» En efecto, Jacob ignoraba que Raquel los había robado.