5 y les dijo: «Vengo observando que vuestro padre ya no me mira
como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.
6 Vosotras sabéis que he servido a vuestro padre con todas mis
fuerzas;
7 pero vuestro padre ha trapaceado conmigo y ha cambiado mi
retribución una docena de veces, si bien Dios no le ha dejado perjudicarme.
8 Si él decía: Tu paga serán las reses pintas, entonces todas las ovejas
parían pintas. Y si decía: Tu paga será lo listado, entonces todas las ovejas
parían listado.
9 De esta suerte Dios ha quitado el ganado a vuestro padre y me lo ha
dado a mí.
10 Pues bien: en la época de calentarse el rebaño, alcé los ojos y vi en
un sueño cómo los machos que montaban al rebaño eran listados, pintos y
salpicados.
11 Y me dijo el Ángel de Dios en aquel sueño: “¡Jacob!” Yo respondí:
“Aquí estoy.”
12 Y dijo: Alza los ojos, y verás que todos los machos que montan al
rebaño son listados, pintos y salpicados. Es que he visto todo lo que Labán
te ha hecho.