9 De esta suerte Dios ha quitado el ganado a vuestro padre y me lo ha
dado a mí.
10 Pues bien: en la época de calentarse el rebaño, alcé los ojos y vi en
un sueño cómo los machos que montaban al rebaño eran listados, pintos y
salpicados.
11 Y me dijo el Ángel de Dios en aquel sueño: “¡Jacob!” Yo respondí:
“Aquí estoy.”