3 Al verlos, dijo Jacob: «Este es el campamento de Dios»; y llamó a
aquel lugar Majanáyim.
4 Jacob envió mensajeros por delante hacia su hermano Esaú, al país
de Seír, la estepa de Edom,
5 encargándoles: «Diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob:
Fui a pasar una temporada con Labán, y me he demorado hasta hoy.
6 Me hice con bueyes, asnos, ovejas, siervos y siervas; y ahora mando
a avisar a mi señor, para hallar gracia a sus ojos.»
7 Los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: «Hemos ido donde tu
hermano Esaú, y él mismo viene a tu encuentro con
cuatrocientos
hombres.»
8 Jacob se asustó mucho y se llenó de angustia; dividió a sus gentes,
las ovejas, vacas y camellos, en dos campamentos,
9 y dijo: «Si llega Esaú a uno de los campamentos y lo ataca, se
salvará el otro.»
10 Y dijo Jacob: «¡Oh Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre
Isaac, Yahveh, que me dijiste: “Vuelve a tu tierra y a tu patria, que yo seré
bueno contigo”,
11 qué poco merecía yo todas las mercedes y toda la confianza que
has dado a tu siervo! Pues con solo mi cayado pasé este Jordán y ahora he
venido a formar dos campamentos.
12 Líbrame de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le
temo, no sea que venga y nos ataque, a la madre junto con los hijos.
13 Que fuiste tú quien dijiste: “Yo seré bueno de veras contigo y haré
tu descendencia como la arena del mar, que no se puede contar de
tanta
como hay.”»
14 Y Jacob pasó allí aquella noche. Tomó de lo que tenía a mano un
regalo para su hermano Esaú,