8 Jacob se asustó mucho y se llenó de angustia; dividió a sus gentes,
las ovejas, vacas y camellos, en dos campamentos,
9 y dijo: «Si llega Esaú a uno de los campamentos y lo ataca, se
salvará el otro.»
10 Y dijo Jacob: «¡Oh Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre
Isaac, Yahveh, que me dijiste: “Vuelve a tu tierra y a tu patria, que yo seré
bueno contigo”,